Nuestra historia
La Ferme nace de un flechazo con la campiña francesa.
Durante un viaje por Ménerbes, El Negro descubrió unos muebles que lo cautivaron por su calidez, su elegancia, y la maestría artesanal con que estaban hechos.
Tanto lo impresionaron, que le propuso al carpintero del pequeño pueblo —Philippe— venir a Buenos Aires para compartir su saber.
Así fue como en 1983, en la esquina de Montevideo y Quintana, se fundó La Ferme.
Desde sus inicios, la marca se concibió como un puente entre dos mundos: la pampa húmeda y la Provence. La técnica del mueble dur francés adaptada a las nobles maderas argentinas.
El conocimiento que Philippe transmitió quedó sembrado en el ADN de La Ferme, y se ha mantenido vivo durante más de cuatro décadas.
Hoy, como entonces, cada pieza que sale de nuestro taller es testimonio de esa herencia: una historia de colaboración, aprendizaje y amor por el buen gusto.
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